Lenguaje corporal

El lenguaje corporal es el principal medio de comunicación con el que los gatos contactan con nosotros. Por ello es necesario conocer algunas señales para poder valorar el estado de ánimo del gato y poder responder a sus necesidades.

 

Cuando un gato se siente bien, dirige sus orejas hacia delante y las gira algo de lado. Los pelos del bigote están en forma de abanico y el animal da la impresión general de estar muy tranquilo. Esto no significa que su amo lo pueda acariciar ahora sin problemas. Cuando un gato desea la proximidad del hombre, lo suele señalizar cuando se nos acerca con la cola vertical hacia arriba. Si se nos sube al regazo es que está pidiendo a gritos una buena sesión de mimos.


Un gato está atento cuando orejas y bigotes se orientan hacia delante y todo el cuerpo está en tensión. Y estará en posición de defensa cuando las orejas están hacia atrás pegadas al cuerpo, las pupilas se ensanchen y puedan verse ligeramente los dientes. El pelo se eriza y puede gruñir, soltar bufidos o aullar.


Cuando un gato tiene la intención de atacar, se levanta y estira las piernas, abre claramente la boca y las pupilas se estrechan.


Con un poco de experiencia es fácil reconocer e interpretar las señales de un gato. Hay muchos gestos y mímicas distintos que facilitan la interacción entre el hombre y el animal cuando se conocen.